Conozca La droga legal más adictiva y peligrosa

13.11.2015 17:06

>>>>>> Lo que tiene en mente la
‘ciencia’ impulsada por las
corporaciones para el futuro
de la humanidad es muy
diferente del paisaje de ensueño
utópico que ha sido retratado por
los medios de comunicación…
Escuchando a los medios de
comunicación manejados por las
corporaciones, la ciencia siempre es
‘buena’ para la humanidad… Al estar
siendo la industria alimentaria cada
vez más invadida por la ciencia
basura, se incrementarán los
esfuerzos para ocultar todos los
ingredientes químicos en los
productos alimenticios y cambiar el
nombre de los productos químicos
que suenen peligrosos por nombres
que suenen a buenos productos
químicos... No es la televisión. No. Tampoco es
la azúcar refinada, ni el alcohol (o sí
en parte), ni el cigarrillo (y menos el
tabaco). Y mucho menos el café o el
mate. No. ¡Es el Glutamato de
Sodio!, o glutamato monosódico,
“una substancia química que se le
ha agregado indiscriminadamente en
los alimentos procesados sin la
debida reglamentación ni estudios
que avale su seguridad”. El glutamato monosódico
es una excitotoxina y es neurotóxica
(excita y mata neuronas), tiene todas
las características de una droga dura
(es altamente adictiva, es
degenerativa y estupidizante, y
puede ser mortal), es totalmente
legal, fue descubierta por los
japoneses a principios del siglo XX, y
es primeramente hoy día, el
producto “responsable” de las
adicciones indiscriminadas a
comidas envasadas, desde sopas y
salsas a galletas, purés instantáneos
y papas fritas envasadas, dulces y
golosinas, y también al pollo, a
bebidas frutales, bebidas
saborizadas, cervezas, lácteos
(incluso quesos) y leche en polvo,
etc. Y en segundo lugar es
responsable de casos masivos de
obesidad, fatiga crónica, depresión,
ansiedad, desordenes del
comportamiento, desordenes de
aprendizaje y de la memoria,
epilepsia, esquizofrenia, esterilidad,
y cáncer , en todo el mundo.
La Asociación de Refinadores de Maíz
ya está tratando de cambiar el
nombre del ‘jarabe de maíz de alta
fructosa’ a ‘azúcar de maíz’. El
Aspartame va a ser ahora llamado
‘AminoSweet’, y GMS, ha estado
renombrando cosas como ‘extracto
de levadura’ o ‘polvo Torula de
Levadura’… Pero se va a poner
mucho peor cuando la ciencia
fraudulenta acelere los engaños de
la industria alimentaria. Espere a ver
cómo los conservantes como
‘benzoato de sodio’ cambian su
nombre por cosas como, ‘cristales de
frescura’. O los ‘colores artificiales’
podrían ser descritos como
‘Fortificado con colores bonitos’… Por
encima de todo, la industria
alimentaria quiere ocultar de dónde
provienen sus alimentos, cómo se
hacen, y lo que hay en ellos, porque
esas tres categorías son malas
noticias para su salud.”
“También nos ponen en peligro
programas de educación sanitaria
apoyados por el estado, que en vez
de proporcionar una información
precisa son una insondable fuente
de engaño e información errónea.
“ver poca y mala alimentación que
enferma a la gente ¿es estar sano?” -
¿Dónde está el veneno?
El venenoso ácido glutámico es muy
barato y se le añade a casi todo lo
que (mal)comemos o picoteamos a
diario: “dulces, goma de mascar
(chicles), condimentos, sazonadores,
salsa catsup, salsa inglesa, salsa de
soya, todas las otras salsas,
gelatinas, extractos de levadura,
caseinato de calcio, sopas, bebidas
de frutas, refrescos y sodas, cerveza,
gluten de maíz, casi todas las
botanitas (papas adobadas, etc.),
tofu, leche de soya, leche
industrializada, leche baja en grasas,
quesos (particularmente en el queso
parmesano)”, y además aparece en
nuestra higiene y salud diaria, en
“jabones, champúes,
acondicionadores de cabello,
cosméticos, medicamentos, vacuna
para la viruela, etc. En la actualidad,
el MSG se añade a casi todos
alimentos producidos
industrialmente, incluso a los
alimentos para niños” (Nasif Nahle).
¿Qué provoca?
El glutamato destruye nuestras
neuronas y provoca desórdenes
mentales, tales como autismo,
depresión nerviosa, ansiedad,
Alzheimer, esquizofrenia, y
tendencias suicidas. Y también
fatiga crónica, náusea, vómito,
diarrea, dolor de cabeza,
taquicardia, asma, nubosidad
cerebral, vértigos, desmayos, y
entumecimiento en la garganta y la
lengua.
El glutamato provoca además
obesidad, y “enfermedades cardíacas,
arterosclerosis, tensión arterial alta”,
artritis reumatoide, apendicitis,
diabetes, esterilidad y hasta cáncer
“La Sociedad de Neurociencia ha
establecido que indudablemente los
Glutamatos, en las dosis
encontradas en los productos, dañan
al hipotálamo, parte del cerebro
esencial tanto para la memoria,
como el aprendizaje”, advierte por
otra parte Nahle.
¿Qué es exactamente el glutamato
de sodio?
El Glutamato, dice Backman “como el
aspartame, son una forma de excito-
toxina. Las Excitotoxinas son los
productos químicos que excitan a
las neuronas, haciendo que se
disparen rápidamente, y después
mueren repentinamente… El GSM
trabaja magnificando el sabor del
alimento estimulando las células en
el cerebro y la lengua”. ........Un poco sobre su historia
En 1907, el químico Kikunae Ikeda,
en la Universidad Imperial de Tokio,
aisló el ácido glutámico del kombu,
un alga que se usa mucho en la
cocina japonesa tradicional, y lo
llamó “umami”.
Esta droga química para resaltar los
sabores, dicen “fue agregado por
primera vez a los alimentos después
de la Segunda Guerra Mundial y ha
sido agregado desde entonces
dramáticamente por la industria
alimentaria en concentraciones cada
vez mayores” (Backman). En los años 60, cuenta Agnés
Melendez Díaz, “se popularizó un
sazonador de marca AJINOMOTO, que
se usaba como sal en todos los
alimentos. Fue retirado del mercado
al descubrir que era altamente
CANCER ÍGENO. Era glutamato
monosódico puro. Entonces, los
industriales lo empezaron a usar
combinado con otros aditivos para
sazonar los alimentos
industrializados”. Sabemos entonces
que desde por lo menos 1978, se
conoce su nocividad en el cerebro y
su potencialidad cancerígena: “Por lo
tanto, hace años que se sabe que
este aditivo perjudica nuestra salud,
pero por intereses económicos se
nos esconde la verdad y se continúa
usando para hacer que nos volvamos
adictos a una serie de alimentos que
generalmente suelen tener un
elevado valor calórico, induciendo un
aumento cada vez mayor de obesos”.
Hace unos pocos años, John Erb,
desde la Universidad de Waterloo,
escribió su libro El Lento
Envenenamiento de América,
denunciando algunos de los males
del glutamato monosódico, desde el
Imperio del Norte.
Hoy en día, en medio de esta Cuarta
Guerra Mundial que también incluye
una guerra en nuestros estómagos
(nuestro segundo cerebro), este
tóxico veneno adictivo (que liquida
directamente nuestras neuronas del
“primer” cerebro) está en casi todo
lo que el mercado alimenticio
capitalista del Nuevo Orden
Mundial , nos ofrece para
supuestamente, beneficiarnos.
Pensemos y partamos de que ya está
en la leche que compramos en el
supermercado, con la que
alimentamos a nuestros hijos e
hijas. Y esto, como vimos, ya lleva
por lo menos 50 años de estar
sucediendo.
El glutamato es entonces “una droga
química que nunca debió haberse
puesto en las cadenas de suministro
de alimentos. Pero, por algo está
ahí. La única respuesta es que ellos,
la Elite Mundial, lo saben y quieren
envenenar a la mayor cantidad de
personas posibles, especialmente
niños y ancianos”, agrega Backman
en una clara conclusión
conspiranoica. Otros nombres del mismo veneno…
Son: GSM o GMS, aromatizante,
potenciador del sabor, Accent,
Aginomoto, Suavizante Natural de
Carnes, Caseinato de calcio de
gelatina, Proteína vegetal
hidrolizada, Proteína Texturizada,
Glutamato monopotásico,
Fitoproteína hidrolizada (HPP),
Extracto de levadura, Glutamato,
Fitoproteína Autorizada, Alimento o
alimento de levadura, Ácido
glutámico, Caseinato de sodio,
Levadura Autorizada, Extracto de
proteína vegetal, Senomyx (extracto
de trigo etiquetado como
saborizante artificial), Caldo en Polvo
(Knorr), Condimentación o
Saborizante natural (V8 Splash de
Campbell´s), Concentrado o aislante
de proteína, Maltodextrina (Power
Ade), y Malta de cebada, entre
muchos otros, o con la letra E y tres
números: E620, E621, E622, E623,
E624, E625,E627, E631, o E635,
según informan distintos
investigadores. Aunque a veces
también ni siquiera lo incluyen en
las etiquetas, como no incluyen los
tóxicos químicos que las tabacaleras
les ponen a los cigarrillos
industriales.
Fútbol & Campañas publicitarias
neurotóxicas
Sabemos de las alianzas siniestras
que han tenido el fútbol y otros
deportes con las dictaduras
genocidas, que nos remontan al
imperialista slogan romano de “Pan y
Circo” de hace más de dos siglos: en
el siglo XX y durante la 2da. Guerra
Mundial, el Nazismo ha usado los
deportes para tapar sus políticas
racistas y genocidas; y en Argentina, durante la 3ra.
Guerra Mundial y la última
dictadura militar, Videla, Massera, y
sus muchachos del Proceso usaron el
mundial de fútbol y a Kempes,
Passarella, etc., para tapar un
genocidio y toda una persecución
física e ideológica, con secuestros,
torturas, y lavados de cerebro
incluidos.
Y hoy en día en medio de la 4ta.
Guerra Mundial, encontramos a
futbolistas y gente del fútbol, como
el popular jugador Juan Román
Riquelme, en una paradoja de donde
se supone que el deporte es salud,
incentivando publicitariamente en la
TV y en afiches callejeros, al
consumo de drogas duras
sumamente adictivas y tóxicas, como
el glutamato monosódico y el
aspartame, en las papas fritas Lays y
en la Pepsi, por ejemplo (con esta
empresa de gaseosas adictivas
peligrosas también trabajó el más
popular futbolista del momento:
Lionel Messi). En la propaganda de
Pepsi-Lays, el jugador Riquelme
decía que “está feliz”, y se lo veía
sonriendo, en un mensaje subliminal
(quizás planeado por los publicistas
de turno) de drogas legales +
consumo adictivo = alegría y
saciedad del drogadicto.
Algunas marcas responsables
Sabemos en parte el nombre del
producto, y sabemos algunos de
quienes lo usan. Va una lista de
algunas marcas: Lays (papas fritas),
Campbell´s (sopas), Knorr (caldos),
Doritos, Kraft (aderezos), Heinz
(salsas), Maggi (puré, sopas), Arcor
(galletitas), Nestlé, entre otras.
Negocios restaurantes como
McDonalds, Burger King, Kentucky
Fried Chicken, y otros locales de
comida chatarra usan también el
venenoso glutamato en exceso.
Marcas de endulzantes artificiales
como NutraSweet tienen aspartame,
y también Pepsi y Coca Cola usan la
misma droga para endulzar sus
bebidas Light.
Otros venenos tóxicos alimenticios
para nuestros niños “Sin darnos cuenta, ingresamos a
nuestro organismo tóxicos en calidad
de conservantes, saborizantes,
aromatizantes, acidulantes,
colorantes y edulcorantes”, dice Lida
Mariana Puche.
Ya mencionamos a otra excitotoxina
cancer ígena como el aspartame,
aspartamo o E-951 (incluido en
jugos, gaseosas, refrescos y chicles),
que produce dolores de cabeza,
pérdida de la memoria, cambios del
humor, artritis, esclerosis múltiple,
depresión, Parkinson, diabetes, etc.,
y fue creado por la empresa
Monsanto (que no sólo contamina la
tierra, alimentos y cuerpos, sino
también la política, como salió a la
luz con su influencia en el reciente
golpe de estado en Paraguay, y agregamos también al
acelsufamo (también en dulces y
gaseosas); la lecitina de soja
(presente en chocolates y otros
alimentos) que en exceso provoca
cáncer; conservantes como el
Benzoato de Sodio o E211, (en jugos,
gaseosas, ensaladas de fruta,
postres, etc.) que puede producir
asma, cáncer y epilepsia; el
Anhídrido Sulfuroso o E220, Sulfato
de Sodio o E221, Disulfitos de sodio,
potasio o calcio o E223, E224, E225
“que provocan irritaciones del tubo
digestivo, inactivan la vitamina B1,
provocan dolores de cabeza y
vómitos” (en cervezas, sidras, vinos y
jugos); y los Nitritos y Nitratos de
sodio y potasio o E249, E251 y E252:
“potenciales destructores de los
glóbulos rojos, posibles generadores
de accidentes vasculares y con
efectos cancerígenos” (en
embutidos); saborizantes como el
Acetato de Amilo (se lo incluye
desde en líquidos para lustrar pisos
a lácteos y golosinas), el Butil
aldehido (saborizante, y a la vez
disolvente de caucho), el Ácido
fosfórico (incluido en las gaseosas
cola, es un poderoso corrosivo del
calcio), el piperonal (es además de
saborizante, ¡piojicida!); colorantes
como la Tartrazina o E-102, que
puede producir desde ansiedad y
dolores de cabeza, a hemorragias
internas y úlceras gástricas; el
Amaranto o E-123, (en helados,
mermeladas, yogures, vinos, caviar),
es cancerígeno y en algunos países
como EE.UU. está prohibido; el
Amarillo anaranjado o E-110 (en
jugos, helados, caramelos, postres)
provoca alergias y trastornos de
comportamiento en los niños; y los
ácidos grasos “trans” y aceites
hidrogenados, presentes en gran
cantidad de alimentos envasados, y
que son “peligrosos” para el corazón
y las arterias, ya que están
involucrados en el aumento de las
enfermedades cardiovasculares, y
son llamados “asesinos silenciosos”
por distintas investigaciones de la
salud nutricional: incluso la OMS
(Organización Mundial de la Salud),
se manifestó contra ellos en el año
2005, y abogó por eliminarlos de
nuestra dieta.
Y los que consumimos miel también
sabemos que a veces encontramos la
miel mezclada con jarabe de maíz, y
este mismo jarabe es “hallado en la
mayoría de los alimentos infantiles
procesado y comida chatarra”, y en
aguas saborizadas y gaseosas, y
produce diabetes y obesidad. Y
recientemente “le han cambiado el
nombre a azúcares en las etiquetas
en vez de decirnos que son los
componentes mortales de estas
azúcares” que provocaron “una
epidemia de cáncer infantil en
México y demás países
inframundistas”, denuncia Backman.
En fin, estos son sólo algunos,
porque hay muchos más venenos en
nuestra dieta diaria y la de nuestros
hijos: nuestra alimentación está
cada vez más plagada de
transgénicos, lo cual develan los
informes médicos también es nocivo
para nuestra salud, ya que alteran y
debilitan nuestros organismos y
sistemas inmunológicos (Arpand
Pusztai): a la vez de que el cultivo
masivo de transgénicos (manejado
casi en sus totalidad por la empresa
Monsanto) produce “la destrucción
de los bosques nativos, el desalojo
de indígenas, campesinos y
trabajadores rurales, un aumento
del uso de herbicidas y una grave
sustitución de la producción de
alimentos para consumo local” según
un informe de Greenpeace. Y mientras en nuestro país la
presidenta Cristina Fernández se
reúne y firma acuerdos transgénicos
nonsanctos con Monsanto,
precisamente en Chile actualmente
hay una campaña popular de
organizaciones sociales llamada “Yo
no quiero transgénicos en Chile”,
como dice el diario trasandino El
Cuidadano, con denuncias y
movilizaciones ciudadanas, donde se
exige al gobierno de Pineda, dé
salida a la ley sobre el etiquetado de
alimentos y el análisis toxicológico
de transgénicos, velando sobre todo
por la salud de los más pequeños,
nuestros hijos.
El círculo vicioso sistemático de las
drogas legales adictivas
Desde muy pequeños, desde que
somos bebés, el sistema dominante
alimentario nos droga con glutamato
monosódico y otras exitotoxinas
desde los lácteos, sopas, golosinas,
azúcares, etc.: que nos estupidizan,
nos deprimen, nos alienan, o nos
ponen ansiosos, desordenan nuestro
cerebro y nuestro aprendizaje, y
estimulan nuestro comportamiento
adictivo, nos engordan, a la vez que
nos debilitan físicamente con
alimentos transgénicos, para
mandarnos después al psicólogo o
psiquiatra, o al nutricionista (“la
intromisión terapéutica conlleva una
degradación de la persona”,
recuerda Szasz), y drogarnos con
ansiolíticos, antidepresivos, etc., y a
otros profesionales de la salud para
terminar totalmente debilitados y
dependientes y adictos al sistema
médico y sus drogas legales. Sí, nos
llenan de drogas venenosas legales,
desde la cuna hasta el cáncer, la
esquizofrenia y la tumba. Con el
moño de la legalidad, la ciencia, el
delantal y la salud. Todo en
paquetitos y envoltorios brillantes, o
botellitas de colores bonitos, llenos
de sabores “ricos”, en todos los
kioscos, supermercados, farmacias,
ciudades del mundo. Envueltos para
regalo: un regalo con sorpresas del
Nuevo Orden Mundial, que busca
terminar de imponer su “dictadura
global fascista imperial” (Daniel
Estulin), nada más y nada menos
que “a costa del bienestar de la
población mundial . La salud no se compra en
hospitales y farmacias. Que el alimento
sea tu
medicina, que tu medicina el alimento .
Por favor comporta esta nota con sus
amigos......